Como parte de su compromiso global por reducir emisiones y avanzar hacia una producción más limpia, BMW Group ha implementado en su Planta de Regensburg un proyecto piloto que marca un paso importante en la descarbonización de sus procesos. La iniciativa introduce un sistema de aceite térmico para la generación de calor en el área de pintura, sustituyendo gradualmente el uso de gas natural por fuentes de energía renovable.
Esta tecnología permite que el calor se genere de manera flexible utilizando distintas alternativas como electricidad, energía solar térmica, geotermia o incluso hidrógeno. De este modo, la planta puede adaptarse rápidamente si una fuente de energía deja de estar disponible, aumentando la resiliencia de la producción.
Durante el periodo de Año Nuevo, el equipo técnico reemplazó en tiempo récord el sistema de secado a gas de una de las líneas de capa superior por un sistema de aceite térmico calentado eléctricamente. Gracias a esta modernización, el calor residual se recupera y reutiliza, lo que reduce el consumo de energía en un 40 % y disminuye las emisiones de CO₂e en alrededor de 480 toneladas anuales.
Con esta innovación, BMW no solo optimiza la eficiencia energética de sus instalaciones, sino que reafirma su visión de un futuro más sostenible en cada etapa de la fabricación de sus vehículos.
