En el mundo BMW, hay nombres que no solo definen un modelo, sino que marcan un antes y un después. Uno de ellos es “Neue Klasse”, una denominación que nació en los años 60 con una misión muy clara: revolucionar el concepto de sedán deportivo y reposicionar a la marca bávara en una época crítica. Hoy, más de seis décadas después, BMW revive este nombre para liderar su próxima gran transformación: la electromovilidad.
El BMW Neue Klasse original debutó en 1962 y rápidamente se convirtió en el referente de lo que hoy conocemos como el sedán deportivo de tamaño mediano. Era un modelo completamente nuevo, que llegó para llenar un vacío entre los microcoches como el BMW Isetta y los grandes sedanes de lujo como el 501 o el 503. Fue, sin duda, una apuesta arriesgada pero necesaria.
En una época en la que BMW atravesaba una situación financiera delicada, este vehículo no solo entusiasmó a la prensa y al público en el Salón del Automóvil de Frankfurt en 1961, sino que también salvó a la compañía de una posible desaparición. Su diseño moderno, aerodinámico y elegante, fruto del trabajo conjunto entre Wilhelm Hofmeister y el reconocido diseñador italiano Giovanni Michelotti, marcó una nueva era.
Con el Neue Klasse, BMW consolidó su ADN: autos deportivos, funcionales y pensados para el día a día. Las cifras no mienten: entre 1962 y 1972 se fabricaron más de 339,000 unidades, y las ventas de la marca se triplicaron en esa década. Más importante aún, este modelo sentó las bases de las actuales Series 3 y 5, pilares fundamentales del catálogo de la marca hasta hoy.
El impacto del Neue Klasse trascendió fronteras. El famoso periodista David E. Davis lo describió en 1968 como el auto que los estadounidenses deberían estar comprando en lugar de seguir a ciegas las modas del momento. Gracias a este éxito, BMW pudo establecer sus primeras filiales en mercados clave como EE. UU., Reino Unido y Francia, marcando así el inicio de su expansión global.
Ahora, BMW vuelve a confiar en ese nombre cargado de historia para encabezar su visión del futuro. El nuevo Neue Klasse será una familia de vehículos 100% eléctricos, construidos bajo los principios de la economía circular, la eficiencia energética y la neutralidad climática, con la vista puesta en 2050 como meta.
Los primeros modelos, previstos para 2026, estarán basados en una plataforma completamente nueva, diseñada específicamente para la movilidad eléctrica. Esta arquitectura permitirá una autonomía significativamente superior, tiempos de carga más cortos y un diseño más limpio y futurista, alineado con la filosofía de sostenibilidad de la marca. Se espera que uno de los primeros en ver la luz sea un sedán del segmento D, seguido por un SUV de dimensiones similares, ambos con tecnología de punta, conectividad avanzada y el renovado sistema operativo BMW iDrive de próxima generación.
Más allá de su tecnología, lo que representa el nuevo Neue Klasse es un renacimiento para BMW: tal como ocurrió en los 60, la marca se reinventa, fiel a sus valores, pero con la mirada firmemente puesta en el futuro.
Esta nota fue elaborada tomando como referencia el artículo de Julian Arguelles publicado por BMW Group, donde se explora a fondo la historia del Neue Klasse original y su relevancia en la visión de futuro de la marca.





